Yo Soy Flora- Yo Soy Flora
Las Sincronicidades, esas "casualidades" inexplicables a toda lógica y a toda explicación; están allí siempre, suceden y a veces suceden a lo grande. Hasta tal punto de ser considerados milagros.
Y es que a veces escuchar esos pequeños mensajes de la Vida, nos salvan sin nosotros darnos cuenta. Y de eso va la historia que os traemos hoy, de cómo 17 vidas se salvaron gracias a pequeñas "casualidades" que sucedieron todas al mismo tiempo. 17 corazones que fueron tocados de una u otra manera, unidos para siempre por un "milagro".
Y es que hace algunos años, el 1 de marzo 1950 para ser más específicos, sucedió algo tan increíble como milagroso.
La Iglesia de la ciudad de Beatrice, Nebraska, explotó a las 19:25hs de un miércoles. Lo sorpréndete de todo, es que todos los días a las 19:20 se reunían en la iglesia los miembros del coro que iban siempre a practicar y que por varias cosas de la Vida, afortunadamente ninguno estaba allí en el momento del accidente.
Pero, ¿Cómo es posible que ninguno estuviera allí, cuando nunca faltaban y siempre eran muy puntuales?
En el caso del reverendo Kempel y su familia, el reverendo encendió la caldera de la iglesia a las 16:00, para que la iglesia fuera tomando ambiente y regresó a su casa. Luego de cenar él y su familia a las 19:00 se preparaban para ir al ensayo, pero su hija manchó su vestido, y se retrasaron.
Lucille Jones una chica de secundaria solía escuchar siempre un programa radial que terminaba a las 19:30, pero nunca lo terminaba porque debía ir a la iglesia. Ese día se quedó hasta el final porque quería saber como terminaba. Su amiga y vecina Dorothy Wood, que también era del coro, decidió esperarla, así que ambas llegarían tarde.
Ladona Vandegrift, era una estudiante de secundaria que se encontraba realizando tareas, estaba tan concentrada en un ejercicio y decidida a terminarlo antes de ir al ensayo, que no se dio cuenta que llegaría tarde.
Royena y Sadie Estes, eran hermanas y estaban ya listas para ir al ensayo, pero su coche no quería encender, así que llamaron a Ladona para que pasara por ellas, pero como Ladona iba tarde, entonces ellas llegarían tarde también.
La señora Leonard Schuster solía llegar a la iglesia a las 19:20 junto a su hija, pero ese día se retrasó porque acudió a la casa de su mamá a ayudarla en unas cosas.
Herbert Kipf, era un hombre muy puntual y nunca faltaba al ensayo, pero ese dia estaba escribiendo una carta que quería terminar antes de ir a la iglesia. "No sé porqué, pero me quedé escribiendo esa carta y terminé saliendo tarde”. es lo que respondió Herbert cuando le preguntaron el porqué llegó tarde ese día.
Joyce Black, era la miembro del coro que vivía más cerca de la iglesia, ella cuenta que ese día se sentía con mucha pereza, que hacia frio y que se sentía cansada, así que espero hasta el ultimo momento, cuando salió fue que se encontró con el terrible panorama.
Harvey Ahl era un hombre casado, y como su esposa no estaba en el momento, no había quien cuidara de los niños. Entonces él decidió llevarlos consigo al ensayo, pero perdió la noción del tiempo hablando y cuando se dio cuenta, ya iba tarde al ensayo.
Marilyn Paul era la pianista del coro y ese día quería llegar media hora antes al ensayo, pero estaba tan cansada que tomó una siesta. Por más que su Mamá, quien era la directora del coro, intentara despertarla, no hubo manera, así que ambas llegaron tarde.
¿Cuáles eran las probabilidades de que 17 personas se retrasaran todas al mismo tiempo?
Y es que hasta hoy no hay explicación alguna de cómo todos lograron salvarse pues ninguno pudo llegar, y es realmente asombroso como actúa la Vida muchas veces, y de cómo somos capaces de evocar fuerzas que escapan de nuestro entendimiento.
Casualidades, coincidencias, milagros... Sincronicidades.
Están allí, suceden más de lo que creemos, están para enseñarnos, para que crezcamos, para que creamos... y en algunos momentos, para salvarnos la vida.
La Vida es un milagro, todos lo somos, ya el solo hecho de vivir lo es. Y la vida está llena de momentos de magia y de poder, que nos recuerdan que estamos vivos, que todos tenemos un propósito, una razón de ser.
En Yo Soy Flora creemos que todos esos sucesos "milagrosos" ocurren más de lo que podemos pensar, y que están allí para enseñarnos, para guiarnos en el maravilloso viaje de vivir y comprender el milagro de La Vida.
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